La mayoría piensa que el cambio de estación solo implica sacar un suéter y cambiar la ensalada por una sopa. Pero en Ayurveda, septiembre es mucho más: un umbral energético donde el fuego del verano (Pitta) se apaga y aparece el viento del otoño (Vata).
👉 El error más común es seguir comiendo como en agosto: frutas frías, ensaladas y picante en exceso. Esto no solo enfría tu cuerpo, sino que desordena tu digestión en Ayurveda y agita tu mente.
Septiembre es el momento perfecto para sembrar estabilidad con alimentos calientes, rutinas enraizantes y rituales conscientes, de modo que la transición sea suave y nutritiva.
¿Te ha pasado que en septiembre te sientes más ligera pero también más inestable? No es casualidad: tu cuerpo pasa del calor intenso del verano al viento cambiante del otoño. El secreto no está en comer menos, sino en alimentar tu fuego digestivo con calidez y presencia para que este cambio de estación se convierta en un nuevo comienzo.
¿Qué significa septiembre en Ayurveda y las ciencias védicas?
En la tradición védica, septiembre no es solo “otro mes”, sino un tiempo de transición y purificación. Coincide con el final del mes lunar de Bhadrapada y el inicio de Ashwin, ambos cargados de festividades y significados espirituales.
En el calendario védico
Bhadrapada → mes de introspección, purificación y conexión con los ancestros.
Ashwin → mes de la diosa, asociado a la fuerza femenina y al renacimiento espiritual (Navaratri).
👉 Esto significa que septiembre es un puente: cerramos ciclos y sembramos nuevas intenciones.
En Ayurveda
Ayurveda llama a este periodo Ritu Sandhi, la transición de estaciones.
Es un momento sensible para la digestión, porque el calor acumulado del verano (Pitta) puede inflamarnos, mientras que el viento y la sequedad del otoño (Vata) comienzan a desestabilizar.
La recomendación clásica (Charaka Samhita) es depurar, simplificar la dieta y reforzar rutinas estables.
En Jyotisha (astrología védica)
El Sol se mueve hacia Virgo (Kanya Rashi) → signo de purificación, orden y disciplina.
Esto explica por qué septiembre es ideal para “poner la casa en orden”: tanto en lo material como en lo emocional.
Se considera propicio para ayunos suaves, rituales de limpieza y organización de proyectos.
Festividades védicas de septiembre
Ganesh Chaturthi (1 sept): nuevos comienzos y remover obstáculos.
Pitru Paksha (desde el 7 sept): conexión y gratitud hacia los ancestros.
Equinoccio de otoño (23 sept): balance entre luz y oscuridad, momento de equilibrio.
Navaratri (29 sept): celebración de la diosa, fuerza femenina y espiritualidad.
Cada festividad no es solo religiosa, sino también una guía energética: nos recuerda que el tiempo tiene vibraciones distintas y que el cuerpo, la mente y el alma deben sincronizarse con ellas.
En resumen: Para las ciencias védicas, septiembre es un mes de limpieza (física y emocional), gratitud (a los ancestros), equilibrio (equinoccio) y despertar espiritual (Navaratri). En Ayurveda, esto se traduce en depurar lo que sobra, simplificar lo que confunde y preparar el cuerpo con estabilidad y calidez para el cambio de estación.
La metáfora del fuego y el viento: cómo entender tu digestión en septiembre
En Ayurveda, la digestión se representa como un fuego interno llamado Agni. Así como una hoguera transforma la leña en calor y luz, este fuego convierte los alimentos en energía y vitalidad.
El fuego del verano (Pitta)
Durante los meses de calor, el sol brilla con tanta intensidad que tu cuerpo se protege suavizando su fuego digestivo interno. Es como una hoguera que se apaga un poco bajo un sol abrasador: no puede sostener leños muy pesados. Por eso en verano el cuerpo pide frutas jugosas, ensaladas ligeras y comidas frescas que no sobrecarguen el Agni.
El fuego en septiembre (Ritu Sandhi, transición hacia otoño)
Cuando llega septiembre, el calor acumulado de Pitta comienza a disminuir. Entonces aparece el viento seco y fresco de Vata, que sopla sobre esa hoguera ya debilitada.
A veces el viento la aviva y sientes hambre intensa.
Otras veces la apaga y pierdes apetito o digieres con dificultad.
👉 El resultado es un Agni irregular, típico de este mes de transición.
Señales de que tu fuego se está apagando (Agni débil en septiembre)
El Agni (fuego digestivo) es sensible en septiembre porque el calor del verano se retira y el viento de otoño empieza a soplar. En esta transición, el fuego puede debilitarse o mantenerse estable según cómo lo cuides.
Pesadez después de comer.
Gases, hinchazón o tránsito intestinal irregular.
Hambre desordenada: a veces intensa, otras inexistente.
Cansancio mental o dificultad para concentrarte.
Señales de que tu fuego está equilibrado
Digestión ligera y sin molestias.
Hambre clara y regular en horarios fijos.
Energía estable a lo largo del día.
Sueño profundo y reparador..
El fuego del verano ahora necesita descansar y cuidarse.
Pero si lo nutres con calidez y regularidad —sopas, guisos suaves, infusiones templadas— se convierte en esa luz interna estable que te acompaña todo el otoño.
Si lo dejas a merced del viento con comidas frías, ensaladas crudas e irregularidad, se apaga.
Contexto védico y científico: de Pitta a Vata
Ayurveda: el Ritu Sandhi
Los sabios del Ayurveda describieron este periodo como Ritu Sandhi —la “unión de estaciones”. Es un tiempo en el que los doshas cambian su influencia dominante:
El verano dejó un exceso de Pitta (calor, acidez, irritabilidad, inflamación).
El otoño trae la llegada de Vata (viento, sequedad, ligereza, inestabilidad).
Charaka Samhita (texto clásico):
“El que no ajusta su dieta y estilo de vida en la transición de estaciones, abre la puerta a la enfermedad.”
👉 Esto significa que septiembre no es un mes para comer igual que en julio o agosto. Es el momento de depurar calor acumulado y preparar el cuerpo para la sequedad otoñal.
Jyotisha: astrología védica y el sol en Virgo
En la astrología védica (Jyotisha), septiembre marca el paso del Sol hacia Kanya Rashi (Virgo), signo de orden, purificación y servicio.
Es tiempo de limpiar: la casa, la dieta, los hábitos.
Las prácticas de ayuno ligero y depuración tienen más efecto en este periodo.
Energéticamente, se recomienda sembrar estabilidad y disciplina antes de que Vata se intensifique.
Ciencia moderna: el intestino y el clima
La biología también respalda lo que enseña Ayurveda:
La microbiota intestinal cambia con las estaciones.Estudios muestran que en los cambios de estación, lamicrobiota intestinal se altera y el sistema inmune se vuelve más vulnerable.
El clima seco y ventoso puede deshidratar las mucosas y alterar el tránsito intestinal, causando gases o estreñimiento (síntomas típicos de Vata elevado).
Los alimentos calientes y especiados favorecen latermorregulación y ayudan a mantener el equilibrio digestivo.
En resumen
Ayurveda: depurar Pitta, preparar estabilidad para Vata.
Jyotisha: tiempo de limpieza, disciplina y organización (Virgo).
Ciencia moderna: el intestino y el sistema inmune son más sensibles → conviene protegerlos con calor y estabilidad.
👉 Septiembre es, entonces, un mes bisagra: si lo vives con conciencia, tu fuego digestivo se convierte en tu aliado para todo el otoño.
Rutina ayurvédica para septiembre (Dinacharya adaptada)
En Ayurveda, las rutinas diarias (Dinacharya) son la clave para mantener equilibrio en cada estación. Septiembre es especial porque ocurre el Ritu Sandhi (transición estacional), un momento en el que el cuerpo está más vulnerable.
Los sabios del Charaka Samhita advierten que, si no ajustamos nuestros hábitos en estos días, se abre la puerta a enfermedades relacionadas con la digestión, el sistema inmune y la mente.
👉 Por eso, septiembre es ideal para limpiar suavemente lo acumulado en verano (exceso de Pitta: calor, acidez, irritabilidad) y preparar la estabilidad contra el viento y la sequedad de otoño (Vata: ansiedad, insomnio, resequedad).
Rutina de la mañana (Pratahkalin Dinacharya)
Despertar temprano (Brahma Muhurta: entre 4:30 y 6:00 am). La energía mental es más clara y estable.
Higiene ayurvédica:
Raspar la lengua → elimina ama (toxinas).
Oil pulling con aceite de sésamo o coco.
Jala Neti (limpieza nasal) si hay exceso de calor o congestión.
Abhyanga (auto-masaje con aceite tibio): aceite de sésamo para Vata, aceite de coco para calmar Pitta residual.
Movimiento: yoga suave con posturas enraizantes (Tadasana, Balasana, Paschimottanasana).
Pranayama: Nadi Shodhana (respiración alterna) para equilibrar mente y cuerpo.
Meditación corta (5–10 min): idealmente acompañada de mantra suave.
Durante el día
Alimentación caliente y húmeda: sopas, kichari, guisos con especias digestivas suaves.
Infusiones: hinojo + canela o jengibre suave para mantener el Agni activo.
Evitar: exceso de ensaladas crudas, helados o comidas pesadas → pueden apagar el fuego digestivo.
Ritmo estable: comer en horarios fijos ayuda a calmar la dispersión de Vata.
Rutina de la noche (Ratrikalin Dinacharya)
Cena ligera antes de las 8 pm: crema de verduras, arroz con dhal suave o kichari.
Infusión digestiva: manzanilla o leche dorada con nuez moscada.
Journaling: escribir gratitudes o soltar pensamientos pendientes.
Apagar pantallas: al menos 1 hora antes de dormir → favorece un sueño profundo.
Dormir antes de las 10 pm: si te acuestas más tarde, entras en el horario Pitta y se activa de nuevo el fuego mental, generando insomnio o rumiación.
Ajustes especiales para septiembre (Ritu Sandhi)
Depuración ligera: un día de kichari simple por semana.
Equilibrio emocional: escuchar mantras suaves (Gandharva Veda) o practicar danza meditativa (Natya Veda) para enraizar.
Contacto con la naturaleza: caminar al amanecer o al atardecer para regular Vata.
Aceites nasales (Nasya): 2 gotas de aceite de sésamo en cada fosa nasal por la mañana para prevenir sequedad.
La rutina de septiembre debe ser cálida, suave, nutritiva y estable, como una manta ligera que protege el fuego digestivo del viento cambiante del otoño.
Receta para la transición del verano al otoño
Brenda Martínez Sandoval
Daal Digestivo
5 de 2 votos
Cuando transitamos de una estación a otra, este dāl se convierte en un aliado perfecto. Diseñado desde la sabiduría ayurvédica, es una receta suave y nutritiva que acompaña a tu cuerpo en los momentos de cambio, ayudando a reducir Ama (toxinas) y a mantener el fuego digestivo estable
1tazazanahoria en cubos Retira la piel si no es orgánica
1tazabrócoli en floretes
1tazaejotes o espárragos picados
2.5–5 cmjengibre fresco picado
½–1 cdtasemilla de comino
1cdtacilantro molido
½ cdtacúrcuma
¼ cdtapimienta negra
2–3 hojaslaurel
Al gustocilantro fresco
Opcionalcoco rallado opcional
Method
Lava bien el frijol mungo y colócalo en una olla grande con 4–6 tazas de agua y la cúrcuma. Cocina a fuego medio hasta que esté suave (25–30 minutos).
Cocinar el mungo: Hervir en agua hasta que esté suave (25-30 min). Licuar ligeramente para obtener una textura fluida.
Preparar el sofrito de especias (tadka):En ghee caliente, agregar comino, clavo, laurel. Cuando chispeen, incorporar el jengibre y las demás especias.
Integrar los vegetales:Sofreír zanahorias, ejotes y brócoli brevemente.
Incorporar agua:Añadir 4-6 tazas de agua caliente y hervir hasta que los vegetales estén tiernos (10-15 min).
Mezclar el puré de mungo:Agregar el puré al sofrito con vegetales y cocinar 5 minutos más. Ajustar la sal.
Servir:Decorar con cilantro fresco y coco rallado al gusto.
Video
Notas
Adaptaciones según tu dosha
Vata: añadir más ghee para oleación interna.
Kapha: potenciar especias calientes.
Pitta: omitir ajo, clavo y canela; aumentar cilantro.
El mejor momento para consumirlo
Al mediodía (10 a.m. – 2 p.m.): cuando el fuego digestivo está más activo.
Facilita la digesitón completa de legumbres y especias.
Reduce fermentación nocturna y genera energía estable.
Beneficios ocultos: lo que septiembre enseña sobre tu cuerpo y tu mente
En Ayurveda, septiembre es un maestro silencioso: nos recuerda que los cambios externos también transforman nuestro interior. No es solo el clima el que cambia, también tu digestión, emociones y energía vital.
Lo que tu cuerpo aprende en septiembre
Depurar lo que sobra: el calor del verano dejó exceso de Pitta (inflamación, acidez, irritabilidad). Este mes enseña a soltarlo con comidas más suaves y simples.
Enraizar lo que falta: con la llegada de Vata, el cuerpo pide dulzor natural, calor y estabilidad. Esto fortalece Agni y protege el sistema inmune antes del frío.
Ajustarse a la naturaleza: cuando adaptas tu dieta al clima, tu microbiota intestinal también se fortalece. Estudios muestran que la flora intestinal varía según la estación, y comer lo adecuado ayuda a mantener equilibrio y resiliencia (BMCMicrobiology).
Lo que tu mente aprende en septiembre
Soltar el control: como la naturaleza cambia, tu rutina también debe cambiar. Es un recordatorio de flexibilidad mental.
Recuperar el equilibrio: el equinoccio del 23 de septiembre trae balance entre luz y oscuridad → inspiración para cultivar equilibrio emocional.
Escuchar tus ritmos internos: al notar cómo tu apetito, sueño o energía cambian, practicas auto-observación y conciencia.
Sabiduría oculta
En Gandharva Veda, septiembre es un tiempo para sonidos suaves: escuchar ragas de la mañana o mantras que calmen la mente.
En Natya Veda, se recomienda movimiento circular y enraizante, como danzas meditativas, para estabilizar la energía femenina (Shakti).
En la ciencia moderna, este periodo se asocia a mayor vulnerabilidad inmunológica, lo que confirma la importancia de una dieta cálida y rutinas estables.
Septiembre te enseña a:
Depurar lo que ya no necesitas (Pitta).
Enraizar para lo que viene (Vata).
Equilibrar tu cuerpo y tu mente como reflejo del equinoccio.
Es un mes para recordar que la verdadera fortaleza no está en resistir el cambio, sino en adaptarse con suavidad, conciencia y gratitud.
Reflexión final: septiembre como un nuevo comienzo
Septiembre no es solamente el mes que anuncia el otoño. En Ayurveda, es un recordatorio de que cada transición es una oportunidad para renacer.
Así como la naturaleza equilibra la luz y la oscuridad en el equinoccio, tú también puedes encontrar tu propio balance entre lo que sueltas y lo que decides sostener.
A veces basta con encender una vela, cocinar una sopa tibia y escribir una intención en tu cuaderno para sentir que vuelves a ti.
Cada alimento que eliges, cada respiración consciente y cada rutina estable son semillas de salud y calma que germinan en tu vida diaria.
Que este septiembre sea para ti un nuevo comienzo: un tiempo de gratitud, de depuración suave y de estabilidad.
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